Consumo 2.0, el futuro ya está aquí

El futuro se dibuja en la selección de contenidos, no en la emisión de los mismos. La gente cada vez más, no quiere poner un canal y ver lo que echan, quiere elegir qué ver pues el tiempo es cada vez menor, y necesita ese elemento desconocido hasta ahora llamado: pausa.
El consumidor de radio no quiere ponerla y oír un programa de tertulias, quiere ir a un directorio de podcast y descargárselo para oírlo tranquilamente cuando y dónde pueda. Quiere oírlo para que, cuando entre una llamada, se pare, y luego continúe sin perdernos nada al finalizar esta. El consumidor musical no quiere poner la emisora del momento, adoctrinadora de productos comerciales que quiere que consumas lo que ellos dicen y emiten; quiere elegir entre un catálogo de música infinito lo que realmente le gusta a él, oírlo y además, que le recomienden artistas que pueden gustarle y no conozca, en base a su selección musical.
El consumo 1.0, basado en las emisiones sin control donde dependemos de horarios y criterios de terceros, toca a su fin y cada día está más claro. Por supuesto USA lleva una gran ventaja al resto del mundo, pero el movimiento no parará y tarde o temprano, estará entre nosotros. El consumidor sabe que la versión 2.0 no es gratis, sabe que ha de pagar. Es claro, es una mejora y nos proporciona poder de decisión: qué, cuándo, dónde y cómo.
Antes debía ver lo que se emitía cuando lo emitían, y ahora puede elegir qué quiere ver y cuándo, dónde quiere verlo y cómo. Eso tiene un precio, pero como son muchos los que acceden y quieren este servicio, permite que los precios sean muy asequibles. Calidad y comodidad son grandes atractivos para el consumidor.
Un reciente estudio de la consultora tecnológica americana Sandvine lo ha dejado muy claro: Netflix es a día de hoy el mayor servicio de consumo de banda ancha individual. Y lo más importante, muy por encima de cualquier servicio P2P como bittorrent, de la navegación web HTTP o de Youtube. Netflix se coloca con el 29,7% del consumo de ancho banda en USA, por delante del 18% de la navegación web (HTTP), bittorrent con un 11% y Youtube con un 10%. Es bastante significativo este dato, y da a entender hacia dónde va dirigido el mercado de consumo de la Red.

En total, el llamado Real-Time Entertainment o consumo de contenidos culturales en tiempo real (música o vídeo) engloba el 49,2% del consumo de ancho de banda en todo Estados Unidos, lo que es una cifra increíble. Y hay que tener presente que este porcentaje es en un 100% consumo de material por vías lícitas. El 19% del consumo lo tiene el tráfico P2P de los diferentes posibles programas o protocolos (como eMule o bitTorrent) y el 17% la navegación web.
Según el CEO de Netflix, esto va a ir cada vez a más, mientras las conexiones sean cada vez mejores. Augura que en USA, dentro de 10 años, la banda ancha será a un gigabit, permitiendo emisiones en alta definición con todas las calidades, en tiempo real, y sin necesidad de comprar nada en soporte físico (siempre que no queramos) pues el contenido en línea ofrecerá exactamente la misma calidad que este. El consumo online de contenidos, o incluso el alquiler de novedades como las que ofrece iTunes Store, están a la orden del día y cada día lo estarán más.
¿Todavía piensan los que siguen comiendo de los antiguos modelos de industria cultural que esto de internet es una moda pasajera y que tenemos que seguir pagando y consumiendo cuándo y cómo ellos dicen? Las mismas empresas, lobbys industriales que hacen presión en países como España, son las que en USA están encantados con este nuevo modelo que favorece a todos: consumidor, intermediarios y proveedores de contenidos.
Apple tiene y ha tenido mucho que decir en todo esto, igual que otros grandes como Google, Amazon, etc. Ahora con el nuevo servicio iCloud que se estrenará en breve (siempre que se cumplan las expectativas) podremos oír nuestra música comprada donde queramos. En breve, también podremos ver las películas que compremos donde y cuando queramos. Nuestros dispositivos móviles nos permiten acceder a Netflix (si vivimos en USA) o a servicios como el exitoso Spotify, donde por sólo 5€ al mes tenemos acceso a todas las horas de música a máxima calidad que queramos. Un precio más que competitivo y al alcance de cualquier bolsillo, por acceder a toda la música que podemos querer oír.

De la misma forma que algo como Spotify ya es una realidad en países como España y su modelo funciona cada vez mejor, en breve, cuando los hogares españoles tengan conexiones de banda ancha decentes y que soporten las necesidades de una emisión de vídeo de esas características, tendremos servicios como Netflix. Pero estos servicios, para triunfar, han de haberlo hecho tan bien como este en USA: dando al usuario la opción de consumir sus contenidos en TODO dispositivo electrónico con capacidad de conexión a la Red: TV con internet, Apple TV, iPad, iPhone, smartphones y tablets varios, ordenadores, reproductores multimedia, consolas de última generación… todos tienen una aplicación para disfrutar de este servicio.
De la misma forma, ha de integrarse esto en nuestro país, dando opción al consumidor a elegir. Si todavía quedan dudas, no hay más que echar un vistazo a las aplicaciones de iPad más descargadas en USA para darse cuenta cuál es una de las funciones principales del iPad allí. Las aplicaciones de HBO Go (para ver las series del canal HBO), PBS Kids (Barrio Sésamo y cia.), NetFlix, ABC Player (todas las series del canal ABC) o incluso Pandora (lo más parecido a Spotify que tienen en USA) están entre las más descargadas. Por algo será.
El mundo está cambiando e Internet ha sido una de las mayores revoluciones que la Humanidad ha tenido en su historia. Y esa revolución ha venido (entre otras muchas cosas) para cambiar muchos modelos y a darle más poder a los que han de tenerlo: las personas.
Comentarios